¿Quién no se ha preguntado alguna vez quién soy, de dónde vengo o qué hago yo aquí?, ¿dónde está la verdad?, ¿qué es la realidad?
La espiritualidad tiene que ver con la necesidad de encontrar un sentido a nuestra existencia y a la vida. Y ese sentido, ese despertar espiritual, se alcanza esencialmente a través del descubrimiento interior, esto sólo ocurre al acercarse al verdadero ser, al Yo interno, eso es lo que nos conecta con lo que está más allá de lo personal y de lo físico.
La espiritualidad sólo es posible si en nosotros reside un transparente amor a la verdad. La sinceridad y autenticidad son las actitudes necesarias para que lo espiritual se nos muestre. Sólo cuando nuestro verdadero centro es el motor de nuestras acciones, sentimos que la espiritualidad, se nos hace evidente y se nos presenta.
Despertar espiritualmente nos lleva a enfrentarnos con nuestros propios miedos, con nuestras propias limitaciones, con nuestros más íntimos pensamientos y con nuestros más profundos deseos, solo quienes se escudan en la fuerza del corazón logran el objetivo primordial de la existencia, experimentar la grandeza e infinitud del universo dentro de sí mismos. Hay que ser conscientes de que vencer los obstáculos de la vida y despertar espiritualmente son tareas muy arduas pero no imposibles de lograr; debemos marchar en el camino escuchando la voz de nuestra alma, y esta muchas veces no habla con palabras, sino a través de experiencias, debemos saber que somos viajeros en el tiempo y que estamos solo de paso en esta realidad.
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