
La segunda verdad que descubrió era que él tenía la capacidad innata de dejar de lado sus sentimientos. Él descubrió la manera de descargar por completo los sentimientos y sus influencias negativas de su vida. En lugar de luchar con ellos por la supresión, el afrontamiento y la expresión como le había hecho anteriormente, descubrió la manera de obtener la libertad total. ¡Esto puso fin a su lucha! Encontró la felicidad permanente. Y, se encontró con que cuanto más liberaba sus sentimientos, más feliz y más saludable se volvía. De hecho, a los tres meses estaba completamente bien, y permaneció así durante ¡más de 40 años!