LA VERDADERA HISTORIA DE JOSHUA EMMANUEL LLAMADO TAMBIÉN JESÚS EL ESENIO (Sanador de Almas) Y MARÍA MAGDALENA
¿Cuál es la verdadera historia de Jesús?
Ra, esposo de Miriak, nació del vientre de Myriam (María), sacerdotisa descendiente de la dinastía Ra. Miriak fue escogida entre todas las mujeres por la pureza de su energía y por el linaje directo de los primeros interanos que albergaron a Ra y Miriak. Inseminada con el semen elevado de Joseft (José), descendiente de los primeros interanos de la Ciudad Interna, fue preparada e introducida en las enseñanzas secretas y herméticas del templo de Partenón.
Myriam fue preparada desde pequeña para la gran misión encomendada por los voluntarios e interanos: Traer al mundo a la reencarnación de Ra, quien nacerá de entre los hombres, aquellos que tenían la semilla de los interanos, pero no la semilla mental de los voluntarios (tenían alma, pero no espíritu).
Por la astrología y los movimientos de la Tierra, el ángulo perfecto de la Atlántida ya no se encontraba en el norte de África. Por medio de los estudios matemáticos que los voluntarios e interanos hicieron, determinaron que Joshua Emmanuel (Ra) debía nacer en el Mediterráneo.
Con el ser escogido en el vientre, Myriam y Joseft se encaminaron al Mediterráneo. Pasaron meses hasta que llegaron a Palestina, donde Joshua Emmanuel nació y donde ellos también se establecieron y formaron una familia próspera y de alcurnia.
Joshua Emmanuel creció bajo la tutela de su madre, quien le transmitió desde pequeño la sabiduría milenaria del Universo. A la edad de diecisiete años se encaminó hacia Egipto, donde fue recibido por sacerdotes que sabían quién era él y de dónde provenía.
Durante doce años de estudios profundos, y bajo la tutela de los sacerdotes egipcios, Joshua Emmanuel aprendió los grandes secretos del cuerpo y la mente del hombre. Conoció la profundidad del alma humana y el estudio de la energía, los misterios de nuestro origen, la verdad de la Ciudad Interna, el conocimiento universal y la reencarnación de Ra.
El conocimiento de su existencia le fue revelado en todo su esplendor. Joshua Emmanuel se convirtió en médico del cuerpo y del alma.
A la edad de veintinueve años regresó a casa de sus padres, donde se encontró con sus hermanos y otros de la familia que habían nacido en su ausencia. Cuando él regresó a su ciudad, se encontró con un pueblo ignorante, supersticioso, donde la injusticia prevalecía, las familias pudientes no se interesaban por los necesitados, el gobierno se había dividido, y que se encontraba bajo el dominio de otro pueblo opresor y dominador.
Joshua Emmanuel provenía de una familia pudiente y rica. Compadecido y lleno de amor hacia sus semejantes, decidió que todo lo aprendido en Egipto lo volcaría al servicio y a favor del pobre y del necesitado. A la edad de treinta años le fueron revelados a Joshua Emmanuel la misión y el sacrificio que debía realizar y el porqué de su venida a este mundo. Al comenzar a realizar su misión, lo llamaron Mesías en el Mediterráneo y Kristós en griego.
Mesías.- Persona líder, en quien se ha puesto una confianza absoluta y de quien se espera la solución de todos los problemas. Del hebreo masih, que significa el ungido.
Kristós.- En griego significa también el ungido.
En esa época los médicos del Mediterráneo no tenían el conocimiento profundo de los griegos y egipcios. Se basaban en conocimientos básicos y superficiales: estos médicos solo servían por conveniencia y se encontraban a disposición de las familias adineradas.
El pueblo no conocía este tipo de medicina: la gente pobre y necesitada era atendida por los charlatanes y curanderos. Cuando surgió Joshua Emmanuel, un médico verdadero y con conocimientos profundos del cuerpo y la mente, fue para los desventurados, menesterosos e infortunados la revelación, el milagro de experiencias extraordinarias que jamás habían experimentado ni conocido.
Para ese pueblo ignorante fue un prodigio, un fenómeno, un portento enviado de su dios Jehová, que no los había abandonado. La fama de Joshua traspasó las fronteras, y de todas partes del Mediterráneo llegaban a curarse con aquel que hacía magia y milagros. Y no solo curaba el cuerpo: también curaba el alma y la mente.
Los pueblos del Mediterráneo, subyugados por el pueblo opresor, habían perdido la libertad y sus derechos. Los dirigentes religiosos, al ver que existía un hombre que el pueblo respetaba y amaba, le propusieron a Joshua que se convirtiese en el líder de su pueblo, con la idea de manipularlo. Querían atraerlo hacia aquello que les convenía, para hacer creer al pueblo que Joshua trabajaba de acuerdo y en unión con ellos. Ellos pensaban que si él era capaz de hacer milagros y era el hijo de Dios, el Mesías esperado, entonces podría pedirle a Dios que mandase un ejército, y así librarse del gobierno impuesto por el pueblo dominador.
Como la ignorancia reinaba en sus mentes, no entendían las palabras ni el mensaje que Joshua les quería transmitir. A pesar de que él hablaba por medio de parábolas, el pueblo no lo entendía.
Cuando los dirigentes religiosos se dieron cuenta de que él nunca se dejaría manipular por la ignorancia, la ambición y la superstición; cuando vieron que él era amado y respetado por el pueblo que lo seguía; cuando repararon en que no solo el pueblo lo seguía, sino también las familias pudientes, los dirigentes religiosos decidieron eliminarlo y lo entregaron a los opresores, acusándolo de incitar al pueblo contra ellos.
Toda la historia ustedes la saben, pero lo que tiene que quedar claro es que él ni fue crucificado ni murió en la cruz, como afirman las religiones.
Joseft y Myriam, al ver que se había creado un complot político contra su hijo, junto con otros que lo habían apoyado y protegido, decidieron huir y exiliarse en otro lugar. Así, pues, Joshua, sus padres, hermanos y muchos seguidores se fueron voluntariamente y se dirigieron hacia la ciudad que les daría albergue para que su descendencia y linaje se mantuvieran puros. Se dirigieron hacia Egipto, para luego viajar a Grecia, después a la India, y mucho tiempo después su descendencia fue para Europa y luego a Norteamérica. Por último, en el futuro, deberá llegar a Sudamérica.
La historia contada fue distorsionada a propósito. Los intereses fueron totalmente políticos.
Cuando Joshua y su familia comprendieron que serían muertos por los fariseos, se escondieron en casa de familiares y amigos para luego huir a Egipto. Los fariseos y romanos, de mutuo acuerdo, se unieron para desacreditar y hacer de Joshua un mito; así ellos recuperarían el poder. Montaron una farsa y crucificaron a tres ladrones, uno de ellos parecido a Joshua. Al matarlo, acabaron con los levantamientos y las sublevaciones que estaban afrontando.
La historia de Joshua quedó en las mentes de las personas y su leyenda pasó de generación en generación, hasta que cinco historiadores, contratados por aquellos que se decían seguidores de Joshua y de sus enseñazas, comenzaron a indagar y descubrir la verdad de los hechos. Pero estos fueron silenciados por aquellos que lideraban la nueva religión y fueron obligados a escribir una historia que no se ajustaba a los hechos verídicos. Así, pues, continuaron con la manipulación y la ignorancia que hasta hoy permanece.
Después de acabar con la farsa, Joshua se presentó ante sus seguidores, los cuales acordaron decir que él había resucitado. Joshua Emmanuel viajó con su esposa María Magdalena y su familia a Egipto; luego viajó a Grecia, a la India y regresó nuevamente a Egipto.
Cuando Joshua huyó con su familia y sus seguidores a Egipto, María Magdalena era su esposa. María Magdalena nunca fue prostituta, como las religiones cuentan. Ella, al igual que muchos que seguían a Joshua, eran esenios, conocedores del conocimiento antiguo que provenía de Lemuria. Hija de José de Arimatea, hombre pudiente y rico, había sido prometida a Joshua desde niña. Joshua y ella se casaron en Canaán y tuvieron cuatro hijos, los cuales emigraron años después hacia Europa y se establecieron entre España y Francia.
Después de vivir junto a su esposo Joshua Emmanuel, María Magdalena murió en Egipto a la edad de 54 años. En su descendencia dejó el conocimiento profundo de las verdades esenias. Esa descendencia cumplió a cabalidad con la transmisión del conocimiento adquirido por el lado paterno (Joshua Emmanuel, Ra) y transmitido por el lado materno (María Magdalena, Adam).
Pasaron algunos años y la madre de Joshua, Myriam, desencarnó y reencarnó en su descendencia, Miriak Egipcia. Al quedarse Joshua Emmanuel viudo de María Magdalena (Ra) se casó con la reencarnación mental de su esposa Miriak (su madre) a la edad de sesenta años. Ella se llamó también Myriam. En este matrimonio tuvo seis hijos, quienes pudieron darles el albergue cuando ellos desencarnaron. Sus generaciones viajaron a otros lugares, llevando el conocimiento universal y transmitiéndolo en todo lugar donde ellos llegaban.
La misión de Ra estaba cumplida: en su descendencia con sus dos esposas dejó impresa la unión de los clanes Ra y Adam. Con ello legó a las generaciones posteriores la salvación eterna de todas las energías-pensamientos del clan Adam.
TEXTO: EL SER UNO II - Planeta 3.3.3 – Los Guardianes de Tera
FUENTE: https://elseruno.com/
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