En 1952, después de haber sido enviado a casa por sus médicos para morir, Lester Levenson se dio cuenta de dos verdades que literalmente le salvaron la vida. La primera era que sus sentimientos eran la causa de todos sus problemas, y no el mundo o la gente en él, como había pensado anteriormente. También se dio cuenta de que sus propios sentimientos eran contra lo que había luchado tan duro y tanto tiempo. Y esta lucha es lo que había destruido su salud y le había hecho sufrir en todos los sentidos.
La segunda verdad que descubrió era que él tenía la capacidad innata de dejar de lado sus sentimientos. Él descubrió la manera de descargar por completo los sentimientos y sus influencias negativas de su vida. En lugar de luchar con ellos por la supresión, el afrontamiento y la expresión como le había hecho anteriormente, descubrió la manera de obtener la libertad total. ¡Esto puso fin a su lucha! Encontró la felicidad permanente. Y, se encontró con que cuanto más liberaba sus sentimientos, más feliz y más saludable se volvía. De hecho, a los tres meses estaba completamente bien, y permaneció así durante ¡más de 40 años!