martes, 20 de agosto de 2013

HE AQUÍ A DIOS

«Nunca supiste lo hermoso que eras, pues nunca realmente te miraste a ti mismo, nunca miraste quién eres y lo que eres. ¿Quieres ver cómo es Dios? Ve y mira en un espejo: lo estás mirando directamente a la cara.»

Ramtha

Durante años se te han enseñado que Dios está fuera de tu reino en algún lugar en la inmensidad del espacio. Muchos de vosotros habéis creído esto y lo habéis aceptado como una verdad. Pero Dios, la principal causa de toda la vida, nunca ha estado fuera de ti, eres tú. Él es el maravilloso proceso de pensamiento, la inteligencia suprema que yace silenciosa y siempre presente dentro del hombre.

Se te ha enseñado que naces tan sólo para vivir en un determinado momento del tiempo, envejecer y después morir. Y como has creído que es verdad, se ha convertido de hecho en la realidad de tu vida en este plano. Pero yo estoy aquí para ayudarte a que te des cuenta de que eres, verdaderamente, una esencia inmortal y siempre continua, que ha vivido durante billones de años, desde que Dios, tu amado Padre, la totalidad del pensamiento, se contempló a sí mismo en la brillantez de la luz, que es en lo que os convertisteis todos vosotros. Fue entonces cuando cada uno de vosotros se convirtió en un ser único y soberano, una parte de la mente de Dios para siempre, Se te ha enseñado que Dios es una entidad singular, que con sus manos hizo el cielo y la tierra, y después creó a la criatura viviente llamada hombre. Pero sois vosotros, poseedores de la divina inteligencia y la voluntad libre, los grandes creadores de la totalidad de la vida. Sois vosotros quienes crearon el sol de la mañana, el cielo del atardecer, y el encanto de todas las cosas que existen. Sois vosotros, en verdad, los creadores de esta noble criatura llamada hombre, para que así vosotros, que erais luces brillantes en el vacío del espacio, pudierais experimentar toda la maravilla de vuestras formas creadas.

Mis amados hermanos, el entendimiento de quiénes sois es, verdaderamente, una colección de ilusiones que habéis estado viviendo durante miles de años. Vosotros sois más que meramente humanos. Mucho más que la limitada criatura llamada hombre. Sois Dios. Siempre lo habéis sido y siempre lo seréis. Sois los grandes creadores inmortales que han estado viviendo aquí, vida tras vida, vida tras vida, para comprender este gran conocimiento que permitisteis que se os arrebatara.

Todos vosotros sois Dios mismo, creados de él mismo. Sois dioses creados por Dios, la primera y única creación directa de la Fuente de toda la vida. Al aventuraros en la exploración de la vida, habéis combinado vuestra suprema inteligencia con materia celular para convertiros en Dios-hombre: la mente de Dios expresándose en la forma llamada humanidad; dioses viviendo en la maravilla de su propia creación llamada hombre. La humanidad, el hombre, la mujer: es Dios, en verdad, maravillosamente disfrazado de entidades limitadas y miserables.

¿Quién eres tú? ¿Por qué estás aquí? ¿Cuál es tu propósito y tu destino? 

¿Piensas que eres meramente una criatura de coincidencia, nacida para vivir en una brizna del tiempo y después no ser nada más? 

¿De verdad? 

¿Qué te hace pensar que no has vivido antes? ¿Y por qué ahora? ¿Y por qué tú?

Has vivido sobre este plano miles de vidas, y has ido y venido como un viento inconstante, has vivido cada cara, cada color, cada credo, cada religión. Luchaste y lucharon contra ti, fuiste rey y sirviente por igual, marinero y capitán, conquistador y conquistado. Has sido cada personaje de la historia. ¿Por qué? Para sentir, para adquirir sabiduría, para identificar el mayor misterio de todos los tiempos: tú.

¿De dónde crees que vienes? ¿Piensas acaso que eres simplemente un miserable montón de materia celular que evolucionó a partir de una célula? Entonces, ¿quién es el que mira tan fijamente desde lo más profundo de tus ojos? ¿Quién es la esencia que te da personalidad y singularidad, tu carácter y entusiasmo, tu capacidad de amar, de abrazar, de confiar, de soñar, así como el impresionante poder de crear? ¿Y dónde acumulaste toda la inteligencia, todo el conocimiento, y toda la sabiduría que manifiestas incluso desde que eras un niño? ¿Crees que te conviertes en lo que eres meramente en una vida que no es más que un suspiro en la eternidad?

Has llegado a ser lo que eres en la inmensidad del tiempo, al vivir vida tras vida. Y con cada una de esas experiencias has acumulado la sabiduría que te ha permitido dar forma a la belleza y singularidad que tú eres. Eres demasiado valioso, demasiado hermoso como para haber sido creado con el fin de vivir tan sólo en un instante de la eternidad del tiempo.

¿Crees acaso que tus padres te crearon? Tu madre y tu padre son tus padres genéticos, pero no te crearon. En un entendimiento mayor, ellos son tus hermanos queridos, y tú eres, en verdad, tan viejo como ellos, ya que todas las entidades fueron creadas en el mismo momento. Todas nacieron cuando Dios, el gran y magnífico pensamiento, se contempló a sí mismo y se extendió hasta la brillantez de la luz. Ese fue tu comienzo, y tu nacimiento. Tu verdadero Padre es Dios, el principio Madre/Padre de toda la vida.

¿Crees que tu cuerpo es lo que realmente eres? En absoluto. Tu cuerpo es sólo un manto que representa a la esencia invisible que es tu verdadera identidad: la colección de actitudes-sentimientos llamada personalidad-yo, que yace dentro de tu cuerpo.

Considera esto por un momento: ¿qué es lo que amas de otra entidad? ¿Es el cuerpo? No. Es la esencia de la otra persona lo que amas, la personalidad-Yo invisible que yace detrás de los ojos. Lo que tú amas en otro es la esencia invisible que hace que el cuerpo funcione, que los ojos parpadeen, que la voz sea melodiosa, que el cabello tenga brillo y las manos tacto.

Tu cuerpo es una máquina refinada y maravillosa —y en verdad lo es— pero no es nada sin aquello que lo hace funcionar, que eres tú. Lo que tú eres no es tu cuerpo, sino una colección de pensamientos o sentimientos-actitudes que se presentan como una personalidad-yo única. ¿Y has visto alguna vez tus pensamientos? ¿Has visto alguna vez tu personalidad? Y tu risa, podrías oírla sin tu cuerpo? No tienes idea de cuán grande eres en realidad, porque lo que eres realmente es tan invisible como el viento. Así como yo soy un enigma para ti, también lo eres para ti mismo, el mayor enigma de todos.

¿Sabes lo que eres sin tus pretensiones? ¿Sin las máscaras que llevas? ¿Sin tu armadura de corazón duro? En el centro de tu ser, tú eres Dios, en verdad. Dios, el gran misterio para la humanidad, nunca estuvo fuera de ti. Pues lo que se oculta detrás de tus ojos, detrás de tus finas ropas, detrás de la ilusión de tu rostro, es la virtud invisible del pensamiento llamada Dios: la personalidad-yo que hace que tú seas tú. El Dios dentro de ti es la sublime inteligencia que te acredita y te da el impresionante poder de crear, es la maravillosa fuerza vital que sostiene tu vida por siempre y para siempre.

El cuerpo que habitas es una magnífica creación de los dioses: tú y tus amados hermanos. Fue creado para que tú, una esencia invisible de pensamiento y emoción, pudieras tener un intercambio con la vida que creaste sobre este plano. La criatura llamada hombre fue creada simplemente como un vehículo de expresión, de forma que, a través de los sentidos del cuerpo, todas las creaciones de este plano pudieran ser experimentadas y entendidas por los dioses que las crearon en el principio.

El cuerpo fue creado para albergar un sistema eléctrico muy complejo de variables de luz que forman y constituyen la verdadera entidad del Yo. Lo que realmente eres no es el tamaño de tu cuerpo. Eres un punto de luz diminuto. En la pequeñez de tu ser se acumula todo lo que has sido desde que naciste de Dios, tu amado Padre.

Tú, el principio-Dios, no eres una entidad de carne, sino un principio de luz redondeada e incandescente de energía pura, que vive dentro de un cuerpo con el fin de obtener el premio de la vida creativa, llamado emoción. Lo que realmente eres no es lo que habitas, sino lo que sientes. Se te conoce por tus emociones, no por tu cuerpo.

Lo que realmente eres es espíritu y alma, una entidad de luz y una entidad emocional combinadas. Tu espíritu —este pequeño punto de luz— rodea todas las estructuras moleculares de tu cuerpo; por lo tanto, alberga y sostiene la masa corpórea de tu cuerpo. Tu alma vive dentro de la masa, cerca del corazón, en una cavidad bajo una coraza de hueso en donde nada existe salvo energía eléctrica. Tu alma registra y almacena, en forma de emoción, cada pensamiento que hayas tenido. Es la causa de la colectividad única de emociones almacenadas en tu alma que tienes una identidad-ego, una personalidad-yo única. El cuerpo que habitas es simplemente un portador, un vehículo escogido y refinado que te permite vivir y jugar sobre un plano de materia. Sin embargo, gracias a tu vehículo, te has sumido en la ilusión o que tu cuerpo es lo que tú eres. Pero no es así. Así como Dios no tiene imagen, tú tampoco.

Gran Dios creador que eres, ¿quién piensas que ha creado tu vida? ¿Crees acaso que un ser supremo o fuerzas externas han controlado tu vida? Esa no es la verdad como se la conoce. Eres el único responsable de todo lo que has hecho, sido o experimentado. Tú, que tienes el poder de crear la magnificencia de las estrellas, has creado cada momento y cada circunstancia de tu vida. Quien tú eres, tú lo elegiste. Tu aspecto, tú lo creaste. El modo en que vives, tú lo diseñaste y destinaste totalmente. Este es el ejercicio y el privilegio, si quieres, de ser Dios-hombre.

Tú creaste tu vida a través de tus propios procesos de pensamiento y tu manera de pensar. Cada cosa que piensas, la sientes; y todo lo que sientes se manifiesta para crear las condiciones de tu vida.

Reflexiona sobre esto: basta sólo un momento para visualizar la felicidad, y todo tu cuerpo se sentirá feliz. Tan sólo basta un momento para jugar el papel de criatura desdichada a la cual no quiere nadie, y sentirás tristeza y pena por ti mismo. Sólo necesitas un momento para hacer eso. Basta un solo momento para dejar de sollozar y reír con alegría, un solo momento para dejar de juzgar y sentir la belleza de todas las cosas. Ahora, ¿quién está haciendo todo esto? Tú. Y mientras tú has tenido esta fantasía de sentimientos creados dentro de tu ser, ¿ha cambiado algo a tu alrededor? No. Pero todo lo que tú eres sí.

Eres precisamente lo que piensas. Cada cosa que piensas, así será en tu vida. Si contemplas una fantasía de copulación, tu ser será seducido. Si contemplas miseria, tendrás miseria. Si contemplas infelicidad, la tendrás. Si contemplas alegría, la tendrás. Si contemplas genio, ya está ahí.

¿Cómo se crea tu futuro? A través del pensamiento. Todos tus mañanas están diseñados por tus pensamientos del día de hoy. Porque cada pensamiento que contemplas, cada fantasía que tienes —sin importar cuál sea su Propósito emocional— crea un sentimiento dentro de tu cuerpo que queda registrado en tu alma. Ese sentimiento entonces sienta un precedente para las condiciones de tu vida, ya que producirá circunstancias que crearán y reflejarán el mismo sentimiento que fue grabado en tu alma. Entiende que cada palabra que pronuncias está creando tus días por venir, porque las palabras son sólo sonidos que expresan los sentimientos de tu alma que han nacido del pensamiento.

¿Crees que las cosas ocurren simplemente por casualidad? Esa no es la verdad como se la conoce. En este reino no existen tales cosas como los accidentes, las casualidades o una coincidencia. Y nadie es víctima de los designios o la voluntad de nadie. Todo lo que te ocurre, tú lo has pensado y sentido en tu vida, ya sea que lo hayas fantaseado en suposiciones y temores, o que alguien te haya dicho que sucedería, y tú lo aceptaste como verdad. Todo cuanto acontece, sucede como un acto intencionado y decretado por el pensamiento y la emoción. Todo.

Todo lo que alguna vez hayas pensado, cada una de las fantasías que has tenido, todo aquello de lo que has hablado, ha ocurrido o está por ocurrir. Porque, ¿cómo piensas que se crean todas las cosas? Se crean a través del pensamiento. El pensamiento es el auténtico fundador de la vida inmortal e indestructible, y tú lo has usado para convertirte en la vida, porque ese es tu eslabón con la mente de Dios.

Durante siglos, muchas entidades han intentado enseñarte esta verdad a través de adivinanzas, de canciones, de escrituras, pero la mayoría de vosotros no ha querido darse cuenta, porque muy pocos han aceptado la responsabilidad de llevar sus vidas sobre sus propias espaldas. Pero este reino funciona de manera que todo lo que piensas —cada actitud que tomas contigo mismo, el Padre, la vida— llegará a ser. Desde la más vil y horrorosa de las cosas, hasta la más exquisita y suprema, porque sólo tú conoces la diferencia; el Padre sólo conoce la vida. Así que conseguirás todo lo que pronuncies. Eres todo lo que piensas, tú «soy» todo lo que concluyas. 

Mientras menos pienses de ti mismo, menos serás. Cuanto menos crédito te des por tu inteligencia, más imbécil serás. Mientras menos hermoso te creas, más feo te volverás. Mientras más pobre creas ser, mayor será tu miseria, porque así lo has decretado tú.

Contempla cuán grande es el amor de Dios, que te permite ser y crear por ti mismo cualquier cosa que desees y, sin embargo, nunca te juzga. Contempla cómo es el amor que tiene por ti, que manifiesta cada pensamiento que abrazas y cada palabra que pronuncias. Contémplalo.

Entonces, ¿quién es el creador de tu vida? Tú. ¿Quién es el diseñador de tu vida? Tú. Todo lo que tú eres, y todo lo que has experimentado, lo has creado a través de tu propio razonamiento colectivo a través del pensamiento, que es Dios. Tú has aceptado en tu vida precisamente lo que has deseado aceptar, y has experimentado la vida de acuerdo con tus valores aceptados. Eres tú quien determina lo que es bueno para ti, lo que es aceptable para ti y lo que va a ser experimentado por ti. Eres tú, con tu propio pensamiento.

No eres un esclavo, un sirviente, o el títere de alguna deidad que te observa en tu lucha. Tú vives en la inmensidad de la vida en exquisita libertad. Cada uno de vosotros tiene la voluntad libre para aceptar y abrazar cualquier pensamiento que elija; y con ese poder increíble lo has creado todo para ti mismo. Porque cada uno de tus pensamientos crea el destino que yace ante ti Y cada uno de tus sentimientos crea tu camino al que llamas vida. Cada cosa que pienses y luego sientas, así será en tu vida, pues el Padre dice: «Cada emoción, que así sea».

¿Quién eres tú? Eres Dios, que posees dentro del silencio de tu ser la capacidad de pensar, la capacidad de crear, la capacidad de convertirte en cualquier cosa que desees, porque en este momento eres, precisamente, lo que has elegido ser, y nadie te ha impedido que llegues a serlo. Eres el que dicta las leyes, el supremo creador de tu vida y de las circunstancias de la vida. Tú eres, de hecho, el supremo gobernante de una inteligencia totalmente sabia que te has negado a reconocer enteramente en ésta y en muchas otras vidas.

Hubo un tiempo en que podías crear una flor. Pero ¿qué creas ahora para ti mismo? Tus mayores creaciones son infelicidad, preocupación, pena, miseria, odio, discordia, negación de ti mismo, envejecimiento, enfermedad y muerte. Creas para ti una vida de limitación al aceptar creencias limitadas, que entonces se convierten en verdades inquebrantables dentro de tu ser, y por lo tanto, en la realidad de tu vida. Te separas de la vida al juzgar todas las cosas, a todo el mundo e incluso a ti mismo. Vives de acuerdo con un código de moda llamado belleza, y te rodeas de cosas que te permiten ser aceptado por la conciencia limitada del hombre, que no acepta nada salvo su propio ideal inalcanzable. Eres un bebé que nace para crecer, perder la vitalidad de tu cuerpo, y creer en el envejecimiento hasta que pereces.

Vosotros, los grandes dioses creadores que fuisteis una vez los vientos de la libertad, os habéis convertido en entidades que viven como rebaños, que se encierran en grandes ciudades y viven con miedo detrás de sus puertas y cerrojos. En lugar de altísimas montañas y maravillosos vientos, tenéis grandes edificios y una conciencia aterradora. Habéis creado una sociedad que regula cómo debéis pensar, lo que debéis creer, cómo debéis actuar, y cuál debe ser vuestro aspecto.

Temes a la guerra y a los rumores de guerra, temes a la enfermedad. Temes no ser reconocido. Tiemblas al mirar a alguien a los ojos, sin embargo anhelas ese afecto llamado amor. Cuestionas cada cosa buena que te sucede y dudas que te vuelva a suceder. Te arrastras en la plaza del mercado en busca de la fama y el éxito, el oro, las rupias, los dracmas y los dólares. ¡Ah! Sólo por un poco de alegría.

Tus pensamientos te han llevado a la desesperación, a creerte indigno. Tus pensamientos te han llevado al fracaso y a la enfermedad. Te han llevado hasta la muerte. Todas estas cosas las has creado tú. Pues el ardiente creador dentro de ti, que tiene el poder de tomar un pensamiento y crear universos, o situar estrellas incandescentes en los cielos durante una eternidad, se ha atrapado a sí mismo en la creencia y el dogma, en la moda y la tradición, pensamiento limitado tras pensamiento limitado. Y es tu propia incredulidad la que no te ha permitido vivir.

¿En qué no crees? En todo lo que no puedes percibir con los sentidos de tu cuerpo, en todo lo que no puedes ver, oír, tocar, probar u oler. Enséñame una creencia, ponla en mi mano. Enséñame una emoción, quiero tocarla. Enséñame un pensamiento, ¿dónde está? Muéstrame tu actitud, ¿qué aspecto tiene? Muéstrame la imagen del viento. Y muéstrame el tiempo, el mismo que te ha robado los preciosos momentos de tu vida.

Has desconfiado de los mayores regalos de la vida; y por eso no has permitido que ocurriera un entendimiento más ilimitado. Vida tras vida, existencia tras existencia, te has sumergido de tal manera en las ilusiones de este plano, que has olvidado el maravilloso fuego que fluye dentro ti. En diez millones y medio de años has pasado de ser una entidad soberana y todopoderosa, a estar totalmente perdido en la materia, esclavizado por tus propias creaciones del dogma, la ley, la moda y la tradición; separado por país, fe, raza y sexo; inmerso en los celos, la amargura, la culpabilidad y el miedo. Te has identificado de tal manera con tu cuerpo, que te has atrapado en la supervivencia y olvidado de la esencia invisible que realmente eres: el Dios que vive dentro de ti, que te permite crear tus sueños, cualquiera que elijas. Has rechazado abiertamente la inmortalidad; y por eso, morirás, y volverás aquí, una y otra y otra vez. Por eso, aquí estás de nuevo, después de haber vivido durante diez millones y medio de años y aún te aferras a tu incredulidad. Dios, la totalidad del pensamiento, es un gran teatro, en verdad. Y él permite escribir tu propia obra y representarla acto tras acto sobre el escenario. Y cuando cae el telón, cuando se dice la última palabra y se hace la última reverencia, mueres. ¿Por qué razón? Porque tú, el creador supremo de las leyes, crees que lo harás.

Esta vida es un juego; una ilusión. Todo lo es. Pero vosotros, los actores, habéis llegado a creer que es la única realidad. Sin embargo, la única realidad que siempre ha existido y siempre existirá es la vida, una esencia de ser libre y siempre continua que te permite crear tus juegos de cualquier manera que los quieras jugar.

Cuando te des cuenta de que tienes el poder con tus pensamientos de situarte en la ignorancia, en la enfermedad y en la muerte, también te darás cuenta de que tienes el poder de llegar a ser más grande simplemente abriéndote hacia un flujo de pensamiento más ilimitado que te permita tener mayor genio, mayor creatividad, y vivir para siempre. Cuando te des cuenta de que el Dios que creó el cuerpo en un principio es el poder que está dentro de ti, tu cuerpo nunca envejecerá ni enfermará, y nunca perecerá. Pero mientras te aferres a tus creencias y limites tu pensamiento, nunca experimentarás la infinitud que dio la gloria al sol de la mañana y el misterio al cielo del atardecer.

¿Qué pasa cuando te has rebajado tanto que pereces en este plano? Bueno, el cuerpo muere, pero tú, que piensas en el silencio que yace detrás de tus ojos, siempre vives. Cuando dejes este plano, si eliges morir, tu auténtico Yo no será enterrado debajo de la tierra, ni será pasto de los gusanos y después ceniza. Tú sigues como el viento. Vas al mismo lugar de donde viniste, y ahí decides lo que deseas hacer en tu próxima aventura, pues es eso es exactamente lo que es. Y volverás aquí, tantas veces como lo desees, hasta que recobres tu identidad como Dios. Entonces comenzarás una aventura mayor en verdad, en otro cielo, en otro lugar.

Se te ama mucho más de lo que nunca hayas imaginado, pues no importa lo que hagas, siempre vivirás. Entonces, ¿por qué te has preocupado? ¿Por qué has luchado? ¿Por qué te has enfermado? ¿Por qué te has entristecido? ¿Por qué te has limitado? ¿Por qué no has disfrutado del esplendor del amanecer, la libertad del viento y la risa del niño? ¿Por qué no has vivido, en lugar de esforzarte?

Vivirás una y otra vez. Tu semilla es perpetua, es para siempre. A pesar de todas tus incredulidades, y sin importar cuánto limites tu reino, cuánto te preocupes y te desesperes hay algo con lo que nunca acabarás, y eso se llama vida. No importa lo incrédulo que seas, siempre tendrás vida, porque ese es el valor llamado Dios, y eso eres tú.

Esta vida que estás viviendo es un sueño, un gran sueño, una apariencia, si quieres. Es pensamiento jugando con materia, creando realidades profundas que atan tus emociones a este plano hasta que tú, el soñador, despierte. 

Nunca supiste lo hermoso que eras, pues nunca realmente te miraste a ti mismo, nunca miraste quién eres y lo que eres. ¿Quieres ver cómo es Dios? Ve y mira en un espejo: lo estás mirando directamente a la cara.

Sabe que eres valioso. No hay medida que pueda medir tu valor. No hay imagen que retrate tu belleza. Y no hay final en tu reino.

El más grandioso sermón que se haya dicho alguna vez fue pronunciado por un gran maestro en lo alto de una montaña. Mientras miraba a las gentes que venían a escucharlo, les dijo: «He aquí a Dios». Eso fue todo lo que tuvo que decir: «He aquí a Dios». Pues cada uno de ellos había creado sus limitaciones, sus deseos y enfermedades, su riqueza o su pobreza, su alegría y su tristeza, su vida y su muerte.

He aquí a Dios. Recuerda esto. Porque tú eres él, quien vive en cada cosa. Un día dirás de ti mismo: «He aquí a Dios». Tocarás el Yo, eso es todo lo que tienes que hacer.

FUENTE:

[LIBRO] El Libro Blanco de Ramtha

miércoles, 14 de agosto de 2013

LA VIDA

Uno de los aspectos de Dios, o de “aquello que llamamos Dios”, es Vida. Dios es Vida; entre tantas otras cosas, Dios es nuestra vida y la de todo lo que existe.

La vida toda es una sola, la tuya, la mía, la de la planta, el insecto, el ave, etc. Nos pertenece individualmente. Es una inmensa vida en la cual estamos nosotros flotando. Somos cada uno una esponja en un océano de vida.

Estamos acostumbrados a pensar que cada uno aisladamente posee una cantidad de vida, y que ésta, como el agua en un pocito, rodeado de tierra, se va evaporando y secando, y que le puede caer sucio o algo que le infecte y le contamine. No. A ella, a ese manantial inmenso, inagotable e indestructible, no le puede ocurrir absolutamente nada. Ella no puede morir. Es un chorrerón de energía que fluye a través de nosotros, que nos penetra y que por lo tanto, nos mantiene vivientes, o sea que nosotros somos seres vivientes porque estamos en ella.

Como la raza íntegra cree que el ser humano es un pocito de vida separado y aislado, que es susceptible a la enfermedad, al desgaste por los años, y a la muerte, toda la raza manifiesta esa creencia; pero cuando se borre esa opinión, a fuerza de negarla y afirmar la Verdad, dejarán de enfermarse, de envejecer y de morir. Mientras más se piense y se medite la verdad, más pronto se librará el ser humano de esas falsas creencias, porque la verdad es acumulativa; “Conoced la verdad y ella os hará libres”, dijo Jesús, y también dijo: “El reino de los cielos es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”. Más claro no puede estar. El reino de los cielos no es aquello que nos han ofrecido para otro plano si nos portamos bien. (Es el estado de dicha, armonía y adelanto que estamos buscando aquí). Esta meditación que les está aclarando algo que ustedes no conocían; que les está removiendo células que estaban dormidas, es la levadura a que Jesús se refiere. Esta verdad que escuchan hoy continuará trabajando en ustedes, hasta que un día de pronto se les ilumina la idea como un sol. Porque habrá leudado toda la masa.

Estamos habituados y tan endurecidos por la costumbre, a vernos los unos a los otros, que no nos asombra el milagro que representa un personaje que habla, piensa, se mueve, oye y vive solo por sí mismo, sin ningún cable que lo conecte a una corriente eléctrica; sin que esté sembrado en la tierra; ¿y ese otro milagro que ocurre a cada minuto?, un niño que al ser separado de la madre que le comunica su vida, continúa viviendo. Y nada de esto nos llama la atención. Sí nos debería provocar todo esto constante asombro y contemplación. ¿Qué es eso? ¿Cómo es eso? ¿O es que ustedes creen que esa maravilla, ese milagro lo hacen la taza de café con leche? La comida y el comer son resabios que nos quedan del reino animal, son instintos animales. Como éstos no piensan ni reaccionan aún, no tienen intuición sino instinto. Aún los rige la célula aquella primitiva que era un estómago, o deseo rudimentario. Ellos obedecen ciegamente al Principio de Generación y a la ley de evolución que ordena la combinación de los elementos y la alteración paulatina de vibraciones.

El hombre ya es pensante, racional e intuitivo. Sus vibraciones se intensifican al pensar en las más altas. Al escuchar, comprender y aceptar la verdad de todas las cosas, acelera su frecuencia y por supuesto se eleva de plano. La meditación, como es pensar profunda y determinadamente en estos altos conceptos, adelanta al ser rápidamente. Por eso los estoy haciendo meditar.

Nosotros somos hijos de Dios, hechos de su propia sustancia. Somos esponjas en un océano de Vida. No necesitamos alimento exterior. Cuando nos compenetramos bien de esta verdad y que la hayamos realizado, nos encontramos comiendo menos y menos, automáticamente, sin hacer ningún esfuerzo ni sacrificio. La levadura de la verdad habrá penetrado toda la masa; las células del cuerpo estarán vibrando a altas frecuencias. La vida es ella misma alimento. Ella es salud, energía, belleza. Es vida.

¿Han oído hablar de Teresa Neumann? ¿La mujer alemana que manifestó todo esto en esta nuestra era? Pasó para el otro plano hace unos cuantos años. No conozco los pormenores de su traspaso, pero deben ser muy interesantes y significativos, aunque todavía estaba imbuida de conceptos bastante oscuros.

Un día dejó de comer y beber, y así vivió unos cuarenta y cinco años, o hasta que se fue de este plano. Durante varios años estuvo constantemente vigilada por fiscales del gobierno alemán para comprobar esta verdad.

A mí me tocó hacer el reportaje para una revista y tuve que investigar todo lo que se publicaba sobre ella. Sus fotos eran de una muchacha gorda, llena de salud y energías; una granjera que ordeñaba vacas, sembraba y recogía las cosechas, manejando el pico y la escardilla a cual mejor.

Tenía una manifestación muy original y era que los viernes de Semana Santa se le abrían las heridas de Cristo en las manos y en los pies. Más tarde llegó a conservarlas abiertas siempre. No se le infectaban y jamás volvió a probar una gota de agua ni un bocado de comida alguno. El gobierno alemán lo comprobó.

En la Biblia las palabras comer y beber significan “meditar y pensar”. Beber, o pensar, es la cosa flúida, líquida, que no hay que mascarla. Comer o meditar, es detenido, profundamente mascullado y digerido. “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí mora y yo en él... Este es el pan que descendió del cielo... el que come este pan vivirá eternamente.

Dios es vida, El hijo de Dios es esa misma vida. Pensar, meditar en la verdad de Dios, es comer de ese pan, es apropiar esa verdad.

Apropiar es aceptar, creer, ya ustedes saben que lo que uno sabe lo manifiesta.

Medita pues sobre la vida en los términos que te he dado. Dios es Vida, la tuya, la mía, la de todos (somos esponjas en un Océano de Vida). La Vida no necesita alimentarse del exterior. ¿Qué cosa podría comunicarle vida a la Vida misma, si ella es la dadora de Vida?

FUENTE:


[LIBRO] TE REGALO LO QUE SE TE ANTOJE - CONNY MENDEZ

martes, 13 de agosto de 2013

LA METAFÍSICA


¿Qué es La Metafísica?

La metafísica es considerada como una doctrina filosófica, también podemos decir que es una ciencia espiritual que ocupa tres grandes áreas de estudio: El Ser, Dios, y la Ciencia.

Su término fue creado por Andrónico de Rodas en el siglo I, D.C. para ordenar bajo este título ciertos libros de Aristóteles que trataban sobre la ética, la belleza y demás temas intangibles.

Metafísica quiere decir: "Lo que va más allá de lo físico" y actualmente, los que la estudian, buscan por medio de ella, el arte de SER Y CONOCER, comprenderse a sí mismos y saber sobre las leyes que rigen la vida para no seguir siendo víctima de la circunstancias.

La Metafísica no va en contra de ninguna religión, tampoco es una religión.

Objetivos generales de la enseñanza Metafísica

• Que el ser humano comprenda que la mente es creadora y es la causa de todo lo que piensa, siente y sucede.

• Facilitar el desarrollo de la conciencia, que es el desenvolvimiento práctico y activo de las cualidades divinas.

• Concientizar que el mundo se activa por el cumplimiento de "Siete Principios o Siete Leyes" que conociéndolas y aplicándolas se puede eliminar el conflicto.

Estas leyes o principios son:


  • Mentalismo. El Todo es mente; el universo es mental.
  • Correspondencia. Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: El Físico, El Mental y El Espiritual.
  • Vibración. Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
  • Polaridad. Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
  • Ritmo. Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
  • Causa y efecto. Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.
  • Generación. El género existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos. En el plano físico es la sexualidad.

Otros de los objetivos de la metafísica.

• Observar todo alrededor y darse cuenta de la totalidad de la vida. 


• Dar a conocer a los demás, la esencia del SER y del UNIVERSO.

lunes, 12 de agosto de 2013

LAS DIMENSIONES

¿Qué son las dimensiones? ¿Qué significa el cambiar de dimensión?

Todos los antiguos calendarios y profecías de nuestros ancestros hablan de una nueva Edad de Oro. Una época donde la potencialidad humana será expandida permitiéndonos manejar cualidades psíquicas, una consciencia mayor a la que actualmente tenemos y un entorno donde la armonía y el amor serán predominantes.

Este despertar ya está sucediendo y se manifiesta a diario en nuestras vidas. No solo estamos despertando nosotros sino que todo el planeta está evolucionando a octavas vibratorias superiores. Como todo proceso de cambio muchas veces lo percibimos, mientras lo transitamos, como algo traumático, para luego darnos cuenta en el tiempo, del significativo crecimiento que este nos trajo.

El despertar está asociado a la nueva conciencia también llamada conciencia crística o búdica, esta tiene que ver con el reconocimiento colectivo de nuestra esencia, con el saber que todos somos uno. El despertar dimensional ha llegado para quedarse.

¿Pero que son las dimensiones? ¿Qué significa el cambiar de dimensión?

Las dimensiones son los diferentes estados de la existencia que experimentamos durante el camino hacia el Ser Único. Es decir son los pasos evolutivos que el Ser decidió experimentar para regresar a la fuente divina. Todos los niveles dimensionales se encuentran en el aquí y el ahora, la diferencia es la longitud de su onda o frecuencia. Las dimensiones son frecuencias dentro de la cual vibramos, también son podríamos decir niveles de conciencia, son algo parecido a las bandas de radio con sus frecuencias y estaciones. Existen siete dimensiones perceptuales que se corresponden a la octava dimensional donde se encuentra la Tierra en estos momentos. Igualmente existen otras dimensiones que se corresponden a otras octavas vibratorias que se encuentran actualmente fuera de nuestra comprensión humana.

Cambiar de dimensión significa expandir nuestra conciencia, es famosa la historia del personaje animado que vivía en un papel y cuyo mundo era totalmente bidimensional o plano, así su cerebro había aprendido que así era su realidad formada por puntos y líneas sobre un inmenso plano blanco. Era Inconcebible para el pensar en objetos con volumen o tridimensionales. Así es para nosotros un imposible desde nuestras creencias, pensar el realidades que no sean la conocida, ya que nuestro cerebro está entrenado a percibir de una manera determinada. Entonces, cambiar de dimensión es expandir nuestra forma de percibir la realidad, de ver las cosas. Ahora nos encontramos pasando a una realidad más energética, que se parece más al mundo de los sueños y la imaginación.

A pesar de que pienso que las clasificaciones son limitantes y lineales, que la realidad siempre las supera, me voy a basar en una clasificación para poder explicar las diferentes dimensiones, haciendo la salvedad de que estas siempre están interconectadas, y que forman parte de un sistema de intercambio dinámico radial y vibratorio.

La Primera dimensión es la encargada de convertir a la energía en materia, es la frecuencia básica de los átomos y las moléculas, por lo tanto es la dimensión del microcosmos, es la frecuencia vibratoria de activación del ADN . Se puede decir que maneja un nivel de consciencia elemental referido al cumplimiento de funciones, o sea una consciencia puntual, sabe cómo dirigirse de un punto a otro. Los minerales y el agua vibran en esta frecuencia, los minerales son el aspecto cristalino de la misma, el agua el aspecto liquido de la misma. Se encuentra en los fluidos y las corrientes eléctricas del cuerpo humano, activa el código genético e impulsa energéticamente el sistema celular. Si tomáramos como metáfora al ser humano para describir las dimensiones, podríamos decir que la primera dimensión la experimentamos en la etapa prefetal, donde somos un conjunto de potencialidades con un programa de división celular y mantenimiento de funciones. Todas las dimensiones funcionan a todas las escalas y las de esta octava son las mismas en todo el universo.

La Segunda dimensión es la frecuencia donde existen la mayoría de los animales y las plantas. Es también física e impulsa la identidad biológica. Es la vibración que mantiene la unión entre las especies, lo que se ha llamado el inconsciente colectivo de las especies, es decir es la forma como se reconocen los animales de una misma especie para cumplir con sus funciones reproductoras. No posee diferenciación individual, ni autoreconocimiento. En este nivel de conciencia no hay referencia temporal espacial. La conciencia es lineal o bidimensional. A nivel geométrico se corresponde con las formas planas como el círculo, el cuadrado etc. Es la responsable de la variedad biológica y de todas las energías que se encargan de propiciarla como las fuerzas elementales de la naturaleza. Podemos tomar como ejemplo las bandadas de pájaros que actúan coordinadamente como un todo, o los cardúmenes de sardinas, ambos han sido objeto de estudio y se ha comprobado que actúan como un cuerpo consiente donde cada uno de los miembros mantiene una distancia matemática entre ellos y que solamente rompen la formación cuando son atacados por algo, Siguiendo la metáfora del ser humano, la segunda dimensión se podría compara con la etapa fetal, flotamos siendo uno con el entorno, en un estado no egóico, sin referencia temporal/espacial.

La Tercera dimensión es donde existimos los seres humanos, también es física y el tipo de conciencia de esta vibración es volumétrica o tridimensional, a nivel geométrico se perciben formas como el cubo y la esfera y los sólidos platónicos. Hay una percepción lineal del tiempo y el espacio, con la capacidad de recordar el pasado, proyectar el futuro estando en el presente. Se basa en la polaridad y la ilusión de separación, en el desarrollo de la identidad individual y la pérdida del sentido grupal. Esta es la frecuencia donde nos hacemos conscientes de nosotros mismos, desarrollamos el ego y creemos que estamos separados del todo. Es en esta dimensión donde nos percibimos más separados del todo que en ninguna otra, por lo tanto es aquí donde al Ser Único se le presentan más retos de integración y crecimiento. En el ser humano comienza a partir del segundo año de vida, cuando el niño empieza a diferenciarse del entorno como individuo, a expresar sus deseos, a formar su ego. Es una etapa de aprendizaje muy importante, donde comienza la fragmentación. En tercera dimensión experimentamos un proceso de división del Ser que produce lo que llamamos personalidad. Es parte del trabajo de evolución el recoger y juntar todas las partes.

La Cuarta dimensión es la frecuencia donde regresamos a la conciencia de integración grupal, sin pérdida de la individualidad. Esta frecuencia ha sido llamada zona arquetipal o inconsciente colectivo, es el lugar donde residen los sentimientos, las emociones y los sueños. En esta dimensión percibimos el tiempo en oleadas cíclicas o en forma de espiral. Existe en un campo cuántico donde se presentan simultáneamente todas las alternativas y posibilidades. Es la frecuencia de la sincronicidad, la empatía y la telepatía. Es la última dimensión donde experimentamos con el cuerpo físico como vehículo de aprendizaje. En esta frecuencia percibimos la multidimensionalidad y nos damos cuenta de nuestra responsabilidad, al hacemos consciente que cada una de nuestras acciones afecta el todo.

En estos momentos nos encontramos despertando a la conciencia de cuarta dimensión y la sentimos sobrepuesta sobre la tercera, por eso a nivel humano estamos pasando por la necesidad de compartir con grupos, revisar nuestras relaciones, buscar sanación y crecimiento con terapias. También es la causa del desmoronamiento de estructuras físicas, económicas y políticas por mucho tiempo establecidas, que ya no se corresponden con esta nueva vibración. Y cada vez vamos a ver más cambios a todos los niveles de aquello que no se corresponda con la nueva energía.

El cambio dimensional es a todas las escalas, no solo lo estamos experimentando los seres humanos sino también la Madre Tierra y a una escala mayor toda la galaxia. El cambio dimensional no sucede de un día para otro sino por capas paulatinas de conciencia. Una vez que estemos alertas en la cuarta dimensión se abrirán suavemente las puertas a quinta y sexta. Aceptar la conciencia de cuarta dimensión es lo que se ha llamado el salto cuántico y es el paso más difícil del cambio dimensional ya que este implica un profundo cambio de creencias. La cuarta dimensión es el portal hacia la conciencia Crística. La conciencia Crística es aquella conciencia colectiva que se reconoce a sí misma como Unidad.

La quinta dimensión es la frecuencia de la sabiduría y es totalmente pura energía. Es donde se encuentran los Maestros Ascendidos y los espíritus guías. En quinta experimentamos el fundirnos con el grupo de almas al cual pertenecemos vibracionalmente y al Ser superior o Multidimensional. Es la dimensión donde recordamos quiénes somos y despertando nuestra sabiduría interna. Es en esta dimensión donde se experimenta la conciencia grupal que forma un solo Ser de mayores dimensiones. Es una frecuencia energética, no física. El tiempo es un continuo, solo existe el ahora eterno. Muchos de los seres que están en esa dimensión al contactarse con su sabiduría, escogen ser los guías espirituales de los que estamos en la dimensión física, como parte de su servicio en el proceso de evolución. Muchos de los seres canalizados hoy en día que se presentan como una conciencia de grupo están en quinta dimensión, así mismo cuando hacemos contacto con nuestro Yo Superior estamos viviendo una experiencia de quinta. Como es una dimensión de luz percibimos holográficamente y en formas lumínicas de una gran intensidad, muchas veces geométricas.

La diferencia entre quinta y sexta así como entre sexta y séptima no es tan evidente como la de cuarta y tercera, a partir de quinta las dimensiones se encuentran solapadas o fundidas y sus fronteras son difusas, esto es debido a que estamos hablando de energía y no de materia.

La sexta dimensión es la frecuencia que se ha llamado Crística o Búdica, porque es allí donde se llega el estado de remembranza total, donde se toma responsabilidad por el todo y se es el todo. Es un estado de conciencia compasiva, la famosa iluminación. Es el regreso a casa, al Ser Único. En sexta el proceso de evolución del Ser y el Todo se experimentan como Uno, es el lugar de la conciencia ilimitada y unificada. Esta frecuencia se manifiesta como individual y colectiva simultáneamente. La sexta dimensión es la creadora de las matrices morfogénicas que se manifiestan en otras dimensiones como tercera, segunda y primera. Estas matrices son las formas geométricas y las redes que llamamos geometría sagrada, son los patrones geométricos de luz creadores de vida y responsables de su materialización.

La séptima dimensión es la frecuencia de la integración total, ya no quedan partes dispersas, la conciencia se experimenta multidimensionalmente, es decir se tiene conocimiento de las partes que alguna vez estuvieron desmembradas en el pasado con una nueva perspectiva de integración. Allí se encuentran los seres que están y son puro amor. Es una dimensión energética donde no existe la forma. Es la dimensión del reino angélico y las conciencias de luz pura.

Más sobre la Cuarta Dimensión

Casi toda la información que nos llega sobre el tema de las dimensiones tiene origen en materiales recibidos por canales de entidades extraterrestres. Algunos de estos materiales coinciden en los términos y otros no.

Nos gustaría sin embargo puntualizar sobre alguno de los términos como es la definición de dimensión. Hasta ahora hemos llamado dimensión a un tipo de vibración o frecuencia que a su vez define una densidad física. Quiero introducir la idea de que en una densidad pueden existir muchas dimensiones. Algunos autores llaman entonces densidades a lo que anteriormente definimos como dimensiones. Otra forma de referirse a las mismas es con las siglas 3D o 4D.

El paso a 4D

Entonces el sistema de creencias que sostiene la 3D está basado en concepto de separación, del tiempo lineal, de la fragmentación de la conciencia y de la realidad ilusoria, estas creencias han sido necesarias hasta ahora para la evolución humana .Pero como ya nos encontramos en transición hacia la 4D, estamos experimentando un proceso de integración que se manifiesta en forma cíclica. Cuando nos referimos a pasar es simplemente al hecho de hacer consciente esa otra densidad con su nuevo sistema de percibir y ver la cosas, porque en realidad no hay que ir a ningún lado, ya que todo está en el presente, en el aquí y el ahora.

El despertar a 4D por lo tanto no es algo que se da de forma inmediata, es un proceso paulatino que se superpone. Habrá momentos en los cuales funcionemos con la conjunción de estos dos sistemas y otras donde prevalezca uno o el otro.

Cambio de frecuencia planetario y proceso de ascensión

En estos momentos a pesar de que la Tierra ya ha cambiado de frecuencia, nuestra conciencia no está sincronizada todavía con la nueva energía... Este es un proceso delicado, cuando la frecuencia terrestre y la de la conciencia humana no están en sincronía se produce una fricción temporaria, que de alguna manera explica los cambios bruscos que estamos viviendo a nivel global. Sin embargo, es solamente cuestión de tiempo, ya que el cambio está programado genéticamente y la memoria celular conectada a la conciencia, está a la espera.

Esta transformación de la cual estamos hablando también se ha llamado proceso de ascensión. La ascensión es básicamente un cambio de una realidad a otra... Hay por lo menos tres escenarios posibles descritos para vivenciar la ascensión.

Un escenario es el que dice que durante la ascensión el cuerpo físico se hará cada vez más luminoso y etéreo hasta disolverse en la nueva realidad, una suerte de nacimiento a la inversa, que al llegar a esa nueva dimensión seremos recibidos por nuestros padres de cuarta que serán nuestros guías y guardianes hasta la edad de dos años terrestres.

Otro es el que habla de la experiencia como resurrección, algo parecido a lo vivido por el Maestro Jesús, es decir que todos vamos a morir y resucitar con una versión menos densa del cuerpo físico.

Por último hay el que sostienen que vamos a ser evacuados por los hermanos mayores (extraterrestres) que esperan en los cielos en sus gigantescas naves nodrizas para llevarnos a la nueva dimensión, porque la vida en la Tierra se va a hacer imposible.

Todos son escenario posibles, puede ser que nadie tenga la misma experiencia, que cada quien escoja su propia y única manera de transmutación y ascenso de acuerdo a su creencia y a su nivel de conciencia. Lo que sí es cierto es que se trata de una verdadera metamorfosis.

Las señales de que estamos en 4D

Hoy en día nos encontramos realmente con un pie en tercera y otro en cuarta. Pero ¿cuáles son las señales que nos dicen que estamos acercándonos a esa transformación?

Una de las señales es el darnos cuenta de la sincronicidad. En realidad todo sucede en el presente y todo es sincrónico, pero existen ciertos eventos más resaltantes que son como el timbre del despertador, que nos permiten el realizar conexiones entre las cosas. Por ejemplo: cuando pensamos en alguien y esta persona nos llama por teléfono o aparece de visita inesperadamente. O deseamos comer cierto tipo de comida y llega un amigo y nos invita a comer justamente lo que estábamos deseando.

Anteriormente hablábamos de sueños vívidos y experiencias fuera del cuerpo, estos también son señales, unidos a las experiencias de bilocación, es decir la conciencia de encontrarnos en dos sitios simultáneamente o de omnilocación cuando nos sentimos tan expandidos que percibimos que estamos en muchas partes a la vez.

Cambio en la percepción del tiempo, es el sentir una fluidez distinta , lo que llamamos tiempo fluido o circular, no lineal. Podríamos describirlo como cuando sentimos consecutivos a dos eventos distanciados en el tiempo. Ejemplo: Nos encontramos en un lugar donde habíamos estado hace un año y sentimos que no ha pasado casi tiempo entre una ocasión y la otra. Pensamos en un evento del pasado y tenemos memorias tan vívidas como si hubiera sido ayer.

Otra de las señales es que sintamos la necesidad de reunirnos con personas afines a nuestro sentir, buscar sanarnos emocionalmente, hacer terapia o interesarnos por libros de temas espirituales, algo que antes nunca nos hubiéramos planteado, esto es parte de la energía de unión propia de la conciencia crística.

La búsqueda interna y la exploración de nuestra razón de ser, el conocer cuál es nuestro propósito también es señal de que estamos viviendo el cambio.

Hay muchas otras señales que nos anuncian el cambio a 4D, pero se podría decir que la señal más importante es nuestro cambio de percepción de la realidad con la conciencia de que no hay diferencia entre adentro y afuera.

Contactos ínterdimensionales.

A medida que las dimensiones se fundan y nuestra percepción de la realidad cambie, el contacto con seres que habitan en otras dimensiones se hará cada vez más frecuente. Es parte de la conciencia de unidad.

Un ejemplo hermoso y milenario, que ha sido una forma de comunicación interdimensional usada por nuestros antepasados aborígenes, es la de comunicación con las diferentes especies biológicas y minerales. Es decir cada vez es más común que las personas sintamos empatía o que soñemos con alguna planta o animal, que nos sintamos atraídos por los cristales y rocas descubriendo sus cualidades y simbología.. En el universo de la cuarta dimensión los especies tiene una connotación simbólica que nos enseña cualidades de nosotros mismos, es decir en el mundo arquetípico cada ser tiene una frecuencia afín o disonante con nosotros que muestra algún aspecto de nuestra multidimensionalidad. El reconocimiento de esta vibración es parte de la sincronicidad positiva propia de las nuevas dimensiones.

Otra forma de comunicación interdimensional es la de los contactos con seres extraterrestres. Mucho se ha hablado sobre este tema. Hoy en día se han clasificado las formas de contacto en: avistamiento de naves a distancia, avistamiento de naves en la cercanía, contacto directo físico con seres, el contacto telepático y la canalización de seres.

También se ha descrito con quien hacemos contacto, sin ser exhaustivos, los contactos puede ser con nuestros yo futuros, con amorosos arcángeles, ángeles, seres de luz y maestros ascendidos, con extraterrestres amables como los Pleyadianos y Arcturianos o con los juguetones Essassani. Contactos con seres que nos atemorizan por su forma física como los Reptiloides. Y por último, las famosas abducciones de los grises o Zeta Reticuli de las cuales voy a hablar en un artículo aparte.

El poder integrar como parte nuestra esa gran variedad de especies, seres, energías y apariencias, es parte del reto de unidad de conciencia que propone la cuarta dimensión.

Fuentes:

The Ancient Secret of the Flower of Life, Drunvalo Melchizedek,Volúmen I

Bashar, Blueprint for change, Darryl Anka.

The Prism of Lyra, Lissa Royal, Keith Priest

Los Conceptos de Elan ( groups.yahoo.com/group/elanexplorers)

Abjini Arraiz elacam@cantv.net